Al no poder pagar la matrícula escolar, Leslie empezó a trabajar en el basurero cuando tenía ocho años.

A los 18 años, decidió cambiar su vida y entró en el programa de educación de adultos de Camino Segurocomo estudiante de primer grado.

Tras años de clases nocturnas y largas jornadas de trabajo en el vertedero, Leslie obtuvo el título de bachillerato. Ya no trabaja en el vertedero y ahora se mantiene a sí misma y a su familia exclusivamente con los ingresos que obtiene del programa de emprendimiento social de Creamos.

"Mi mayor sueño siempre fue seguir estudiando y tener éxito. Mi motivación era inspirar a mis propios hijos", dice Leslie.

Leslie tiene cinco hijos - dos de ellos están actualmente matriculados como estudiantes a tiempo completo en Camino Seguro. Su hija, Leslie, está en 7º curso y su hijo, Carlos, en 5º. Leslie agradece que el camino de sus hijos hacia la graduación y el empleo significativo sea menos difícil gracias a Camino Seguro.

El hijo de Leslie, Carlos, empezó a asistir a Camino Seguro en 2007, cuando tenía 2 años. Gracias al apoyo y los ánimos de su madre y sus profesores, Carlos está decidido a graduarse y convertirse en científico.

"Carlos es un chico muy inteligente", dice Leslie. Ha sido capaz de desarrollarse gracias a la forma en que ha estado aprendiendo en Camino Seguro. Se ha capacitado para pensar por sí mismo".

Para Carlos, Camino Seguro representa "una esperanza para que los niños más necesitados alcancen sus sueños y deseos". Para nosotros, Carlos y su madre representan el trabajo duro y la determinación necesarios para superar los retos: un ejemplo inspirador de verdadero valor.

"Mi madre ha trabajado mucho para darme una educación", dice Carlos. "Gracias a Camino Seguro, estoy donde estoy hoy".